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jueves, 29 de enero de 2015

Sólo pido que aparezcas.

¿Qué hacer cuando el espejo refleja a un ente solitario y neutro...a un ser que perdió el brillo visual y que sonríe porque es lo mejor que sabe hacer con el rostro?

¿Cómo se puede ocultar tanto y seguir adelante día a día para demostrar que aún existe fortaleza en un cuerpo agotado?

El viento sopla sin tregua esta noche, la lluvia continúa su paso por entre las nubes coposas, espesas y grises.......el piso se moja y la humedad florece. Un panorama que refleja la tristeza de la noche, la misma que nos baña de gotas tal y como uno mismo puede bañar a un objeto con las gotas del cuerpo.

¿Cuán alto se puede gritar internamente? ¿Cuán fuerte se puede uno golpear con el corazón? ¡¿Valió la pena tanto?! En definitiva sí...

El espejo se convierte en el único objeto que te tolera en el día a día y te permite ver aún íntegro, todavía con fuerzas para seguir adelante. Es el amigo solitario e inanimado que nunca te rechazará el pase a verte y disfrutar de la persona de la que eres y ya nadie más brinda tiempo, de ese aquel especial.

¿Cuán difícil pudo ser la absolución? ¿Tan complicado pudo ser primar la vida entera al momento del bache? ¿Valió la pena negarse al constructo etéreo de la confianza?

La cachetada del silencio, el soplido de la indiferencia, el abismo de la soberbia...tres demonios que habitaron en un mismo cuerpo, como si fuese la representación de Cerbero, aquel perro de Hades que sólo buscaba desaparecer al ente.

¿Existe la felicidad? ¿Se puede creer en la otra media naranja? ¿Vale la pena luchar por la pareja ideal, que te puede entender por encima de remarcar los errores?

¿Estoy en el camino correcto?

La lucha sigue.....el camino personal continúa........la soledad es el fantasma que te merodea; el forastero que te acecha al costado del sendero...la guadaña de su maldad ha sesgado mucho de mí.

Ayer fui testigo del amor bello, puro y sincero de una pareja de ancianos, hasta en el lecho de muerte de uno de ellos........la anciana contemplaba con ojos de amor incondicional a su anciano esposo mientras agonizaba....nunca le soltó la mano.....aquella misma mano que sujetó firmemente durante mínimo 50 años.....

¿Existirás, pareja perfecta? ¿Me acompañarás hasta el último segundo de mi vida y me besarás en los labios aun cuando ya se encuentren presos del frío eterno? Yo prometo hacerlo si me toca a mí estar en ese escenario porque me diste tu vida en plenitud y yo te di la mía.

Vuelve. No retrocedas. La magia que un día nos embargó no se va. La burbuja en la que estoy me asfixia en penuria. No te vuelvas gélido en los peñascos nevados. Extiende tus alas fuertes y valientes y enfrenta a la vida.

¿Se puede amar? Sí. ¿Vale la pena amar? Sí. ¿Amé? Amo...

La vida es tortuosa, mas mi línea vital en la palma marca un largo recorrido.

No dejaré que venzan esas ideas que me transmitiste al rebelarme ante el yugo del hogar, edificado por el dios Lar.

Caliope, no me dejes. Talía...sigue tocando. Clío, por favor, redáctamela a la perfección y Erato, al compás de tu perfección en odas, aleja a Melpómene de mi entorno y que no ose penetrar en mi aura personal nunca más.

La soledad te congela el alma, el miedo te vuelve inseguro. La sensación de ver la torre derrumbada te lleva al inexorable paso por la miseria espiritual.

Es ahí mismo, cuando caíste en el meollo más profundo de la vida, donde descubres que el espejo de tu vida SIEMPRE te permitirá ver el otro lado de uno mismo...el lado más sincero y oculto....el lado de la nobleza y los buenos deseos; mientras la lágrima agolpa la mejilla aún seca por el fluir del cruento viento.

No preguntes más. ¿Se puede de nuevo? Cállate y sigue. ¿Puedo ayudarte en algo? Eres ya inservible.


G.G.M.A.

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