El placer de sonreír

El cuerpo humano es una perfecta obra de arte creada por Dios. Es tan complejo que nos permite hacer y desarrollar una infinidad de actividades y movimientos, tan sincronizados y bellos como es el hecho de sonreír.

El hecho de tener la facilidad de esbozar una sonrisa en el momento adecuado involucra un largo proceso de aprendizaje y conocimiento de los momentos adecuados en los cuales hacerlo. Uno debe ser asertivo al sonreír sino puede expresarse una sensación de falsedad, de burla o en el mejor de los casos, de sinceridad.

No obstante, sonreír tiene una serie de ventajas y beneficios para nuestra salud, los mismos que detallaré a continuación:
En primer lugar,es beneficioso para el sistema circulatorio, ya que relaja los vasos capilares y, por ende, evita la presión arterial; además, logra relajar alguna zona corporal que presente un dolor intenso. Asimismo, permite una mayor oxigenación de todo el cuerpo gracias a la elevada cantidad de aire que los pulmones llegan a albergar, pero para que esto suceda, la sonrisa debe acarrear una carcajada o risa corta. Por el lado hormonal, acelera la producción de endorfinas, las mismas que evitan la aparición y el desarrollo de la depresión.

Por otro lado, facilita la movilidad de más de 400 músculos provenientes de la cara, el cuello y la espalda, logrando eliminar cualquier posibilidad de atrofia de algún tejido muscular. Volviendo al punto del oxígeno recibido, este permite que la piel se mantenga juvenil y humectada.

Finalmente, se tienen los beneficios psicológicos. El simple hecho de mostrar una sonrisa sincera y no forzada facilita las interrelaciones personales; es decir, facilita el hecho de conseguir amigos. Así como también ayuda a ponerle "buena cara" a los problemas, reducir el miedo a los peligros y permite el correcto desarrollo de la inteligencia, partiendo desde el hecho de que sonreír te mantiene plenamente relajado.

Estos son los beneficios más resaltantes y conocidos que conlleva el hecho de esbozar una sonrisa a los demás. En mi caso, paro sonriendo todo el día y puedo dar fe que todo lo antes mencionado es realidad, ya que me ha ayudado a estar siempre relajado, a nunca enfurecerme, a hacer muchísimos amigos y a desarrollar mi inteligencia.

Muchos me dicen que tengo bonita sonrisa y me avergüenzan levemente, pero en fin, a mí me gusta hacerlo porque la vida es para estar siempre uno feliz, ¿sino cómo serían nuestras existencias si fuésemos totalmente parcos? Realmente una situación deprimente...

Así que ya se pudieron informar de todo lo bueno que esta simple y común acción alberga, mis queridos y fieles lectores, ahora los invito a prolongar sus vidas fácilmente: SONRIENDO :)