Nostalgia

El colegio es una etapa larga y pesada que, sin embargo, te brinda los pilares base en cuanto a conocimientos, valores y actitudes. Pero todo final llega, y cuando ocurre eso todos tus sentimientos hacia esa institución cambian. Comienzas a extrañar, recordar y meditar en todo lo bueno y/o malo que hiciste. La nostalgia se comporta como una fuerte ráfaga de viento que termina por jalarte hacia ese lugar. 

Pues bien, eso ha sido lo que me ha estado ocurriendo en estos días, viendo que las clases en mi adorado María Reina comenzaban, mi hermano Rodri se iba y yo no, situación insólita, me sentía olvidado. Dado ese motivo, me propuse visitar mi cole con alguien para saludar a aquellas personas que dejaron una huella imborrable a lo largo de tu educación. Aquellas personas que haciendo uso de la perfecta combinación entre "mano dura" y cercanía amical pasan a permanecer en tus recuerdos perpetuos. Muchos de ellos merecen párrafo aparte y a eso voy.

Mendiola y sus clases de geografía, junto con su chispa y sus inolvidables mandalas; Luchito Farfán y sus profundas clases de historia; Pablito Campos y sus clases "doctoras" de mate, Zoraida y sus excelentes esquemas; Elsita y sus "parches"; Ricardo Raez y sus clases de lenguaje en las cuales debíamos VOCALIZAR; Rebeca y sus divertidas clases de cómputo; Arturo y sus interesantísimas clases de ciencias; Marita "mi señito feudal" y sus power points de historia y filosofía; Norita y sus "ZAAAZ" geógraficos; Marce y su frase: "no es lo mismo piso, pared, ventana que...."; Gugui y su infaltable "I'm watchin' ya"; Pablo y sus profundas reflexiones; Peter y su desesperación por que nos callemos; Maria Luisa y sus codiciados "MB's"; Ramiro y su "física" guapa; Lea y sus brillantes cátedras de química; Junior y sus vastos conocimientos históricos; Nicasio y su "Rumbo Ecónomico"; Mariela y sus verb quizzes; Luchito Vergara y sus apasionantes relatos de los clásicos mundiales; David junto a su trigonometría "amiga"; Pino y sus maestría en Photoshop; Condori y sus buenas clases de RM; Jesús y su inagotable energía para el deporte y, por supuesto, Cesitar Terrones y sus fabulosas lecciones de matemática.

De estos profesores me llevo un grato recuerdo y espero pueda ser recíproco. El hecho de haberlos vuelto a ver el día de ayer fue genial, volver a recordar aquellos momentos cuando estaba en el aula oyéndolos, casi siempre atentamente.

Se les extrañará un montón, pero el hecho de tener la oportunidad de poder visitarlos cuando pueda me pone feliz.

Gracias por todo profes, o mejor dicho MIS MAESTROS.